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Revista digital: Número 64

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viernes, 4 de enero de 2013

Vuelta a los años 60. Cierre de ejercicio catastrófico en el sector del cemento

El consumo de cemento cae un 33% en 2012, hasta los 13 millones de toneladas. Durante el año próximo, la caída se incrementará en un 20% hasta los 11 millones de toneladas. La exportación, única válvula de escape para el sector, se ve comprometida por unos costes eléctricos que asfixian su competitividad.

El consumo de cemento en España en el mes de noviembre fue de 989.115 toneladas, lo que supone una caída del 34% respecto al mismo período de 2011. Según las previsiones de Oficemen, el sector cierra el ejercicio 2012 con un descenso del consumo del 33%, registrando así el quinto año consecutivo de caídas de dos dígitos y situando la demanda interior en poco más de 13 millones de toneladas, cifra que nos sitúa años luz de los 56 millones de toneladas consumidas en 2007.
Además, la Agrupación de fabricantes de cemento de España considera que esta tendencia bajista se mantendrá también durante 2013, con un nuevo descenso cercano al 20%. Esta previsión situaría la demanda doméstica en torno a 11 millones de toneladas y el consumo per cápita en sólo 235 kg por habitante, cifra tan raquítica que tenemos que remontarnos a 1962 para encontrar un dato similar.
“Hace un año estimamos que en 2012 el consumo de cemento descendería un 12%, pero la evolución del mercado ha sido infinitamente peor que la esperada. La nueva entrada en recesión de la economía española ha traído consigo una fortísima reducción del gasto que ha paralizado por completo la inversión en obra pública. Al mismo tiempo, el stock de vivienda nueva sin vender se ha mantenido en cifras similares a las de 2009, frenando la construcción de nuevos inmuebles”, subrayó el presidente de Oficemen, Juan Béjar, en el transcurso de un encuentro organizado por la Agrupación. “Las últimas previsiones macroeconómicas hacen pensar que esta situación no mejorará en el corto y medio plazo”, añadió.

Los costes eléctricos y la competitividad de la industria cementera
A la mala situación del mercado doméstico se suma el previsible incremento de un 16% en la factura eléctrica para 2013 contemplado en el Proyecto de Ley sobre medidas fiscales y sostenibilidad energética, que está a punto de aprobarse en el Congreso. El consumo eléctrico supone para la industria cementera un 18% de los costes totales de producción y un 32% de los variables, un escollo adicional que merma gravemente la competitividad de la industria frente a otros países de nuestro entorno.
Los costes actuales ya suponen un importante obstáculo para las exportaciones del sector cementero español. Las ventas en el extranjero en 2012 sólo alcanzaron los seis millones de toneladas, volumen que se aleja terriblemente de los 13 millones de toneladas de cemento que España llegó a colocar en los mercados internacionales en la década de los 80. “De aprobarse el Proyecto de Ley en los términos actuales, sería la puntilla para la competitividad de nuestros productos en los mercados internacionales”, explicó el presidente de Oficemen.
“Desde nuestra organización queremos hacer un llamamiento al Gobierno para que acepte las enmiendas presentadas al Proyecto de Ley. Sólo así podríamos acceder a unos costes eléctricos asumibles que nos permitieran mantener nuestra competitividad y nuestra capacidad exportadora, asegurando la supervivencia de nuestra industria y frenando la destrucción de empleo que sufre el sector, que desde 2007 se ha visto obligado a ajustar la plantilla un 34%”, alertó Béjar.

El consumo de cemento en España
Oficemen realiza, en colaboración con Construdatos, un estudio sobre el destino final del consumo de cemento gris en España. Para ello, ha desarrollado un modelo basado en la explotación de su base de datos en donde se registran periódicamente las obras de construcción que se desarrollan en nuestro país, extrapolando los resultados en edificación a las cifras publicadas por el Ministerio de Fomento en sus estadísticas sobre edificación.
Así, el resultado del consumo de cemento gris a nivel nacional será el resultado de agregar los consumos de las diferentes Comunidades Autónomas y de los distintos subtipos de construcción que aglutinan tanto la edificación residencial como la no residencial y la obra civil. El estudio sólo considera el consumo de cemento gris, además en el consumo correspondiente a la edificación (residencial y no residencial) no se considera el posible consumo de las obras de rehabilitación y conservación.

Destino final del consumo de cemento
El destino final del consumo de cemento en España hasta el tercer trimestre de 2012 corresponde mayoritariamente a la obra civil con un 56% frente al 44% en edificación (23% edificación no residencial y 21% vivienda). En el gráfico de la evolución del consumo de cemento gris por tipo de obra se observa el importante descenso que se ha producido en el consumo destinado a obra civil desde 2010.
Sin embargo, comparando el consumo de los nueve primeros meses de 2012 respecto al mismo período del año anterior, se observa un descenso en el peso que supone la obra civil respecto al total, que ha pasado de representar el 64% al 56% en la actualidad. El aumento del peso en la edificación se dirige fundamentalmente a la edificación no residencial que pasa del 17% al 23% y la vivienda también crece del 19% al 21%.
Dentro de la edificación no residencial, y con las cifras obtenidas hasta el tercer trimestre de 2012, el 47% del cemento se usa para la construcción de instalaciones de turismo, recreo, deporte y transportes; le siguen con el 21% las instalaciones para servicios comerciales y almacenes; con un 16% las instalaciones de uso agrario, ganadero e industrial y, finalmente, con un 16% las oficinas y edificios colectivos.
En el caso de la obra civil, los resultados obtenidos hasta el tercer trimestre de 2012 reflejan que el reparto del consumo por tipo de obra sigue estando tan segmentado como en períodos anteriores. Las carreteras y viales representan el 22% del consumo; la obra civil en aeropuertos no alcanza el 1%, las obras ferroviarias el 16%; los puertos, muelles y diques el 8%; las obras de urbanización, plazas y parques el 12%; las obras de presas, embalses y pantanos tampoco alcanza el 1%; las canalizaciones el 18% y las otras obras civiles el 23%.