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Revista digital: Número 64

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sábado, 9 de octubre de 2010

Bomag supera todos los límites. Hercules, el rodillo autopropulsado más pesado del mundo


El nuevo BW 332 Impacto Profundo, compactador más potente del mundo, ha recibido una gran aceptación. En pocos meses el modelo ha demostrado su rendimiento en varias obras. La máquina trabaja sin problemas y los clientes están encantados.

Bomag avanza hacia dimensiones completamente nuevas en la compactación de tierras. El concepto se mostró por primera vez en el transcurso de la feria internacional Bauma 2007, y despertó tanto interés que Bomag lo ha desarrollado hasta convertirlo en una realidad lista para su produción en serie. Con el rodillo autopropulsado más pesado del mundo, el BW 332 de 32 toneladas, la firma define una nueva clase de rodillos autopropulsados, especialmente en cuestión de rentabilidad.
El nuevo rodillo autopropulsado de Bomag supera tareas casi imposibles y establece unos baremos de referencia que hasta ahora no parecían factibles en cuanto a capacidad y eficiencia: con cuatro metros de profundidad efectiva se alcanzan dimensiones inimaginables hasta la fecha.

Una máquina singular
Pero no es sólo el peso en funcionamiento lo que permite estas prestaciones únicas. El BW 332 aúna por primera vez, en una máquina de esta magnitud, una carga lineal estática de 100 kg/cm; 3,3 mm de amplitud; 750 kN de fuerza centrífuga; sistema de vibración Variocontrol; virola poligonal; y un ancho de trabajo de 2,40 m. ¿Qué nos dicen, en suma, estas cifras y hechos? Un total de 50% más potencia de compactación que el rodillo autopropulsado más pesado hasta la fecha, el BW 226 de 26 toneladas. Su sucesor consigue un aumento del 35% en profundidad efectiva, pues consigue compactar incluso a una profundidad de cuatro metros, combinando el máximo rendimiento de superficie con costes mínimos por metro cúbico. Estas ventajas merecen la pena en cimentaciones planas y post compactaciones: hasta ahora a menudo se tenía que demoler la cimentación ya existente, interestratificarla, incorporarla por capas y luego compactarla. O se aplicaban procedimientos lentos y caros, como placas de impacto o similares. El BW 332 permite la compactación "compact-in-place", la resistencia deseada del suelo se puede conseguir utilizando únicamente el rodillo autopropulsado.
Una virola lisa convencional se vería desbordada por las inmensas fuerzas. La virola se hundiría y la energía vibratoria se desaprovecharía sobre la superficie. La solución: la virola poligonal patentada de Bomag, cuya ingeniosa forma con bandejas y bordes permite que las fuerzas de compactación se transmitan verticalmente hasta el subsuelo sin sufrir pérdidas. De esta manera se consigue una tracción óptima con reducida resistencia de rodadura. Además, como la virola poligonal se limpia sola, resultan innecesarios los rascadores, que consumen potencia.
Con un ancho de trabajo aumentado hasta 2,40 metros, esta exclusiva virola poligonal incrementa el rendimiento de superficie en un 15%. Junto con la profundidad efectiva, incrementado en un 35%, se obtiene un aumento del rendimiento total del 50% frente al BW 226 de Bomag.

Fuerza e inteligencia
El BW 332 es mucho más que simplemente agrandar lo ya existente. Así, por ejemplo, la fuerza centrífuga equivalente a 75 toneladas es todo un reto técnico que ha requerido todos los conocimientos y pericia del fabricante. Incluso este gigante se las arregla sin un solo punto de engrase y su mantenimiento es extremadamente fácil. Pero este equipo no sólo tiene fuerza, sino también inteligencia. Gracias al sistema de vibración Variocontrol de Bomag, la vibración se adapta al suelo de forma automática y graduada. Con esto se consigue una compactación óptima y uniforme.



Exitoso arranque del rodillo BW-332 Impacto total
El BW 332 tuvo como primera misión la la compactación de capas de entre 80 y 100 cm de suelo mixto, ligeramente cohesivo, en un edificio industrial de Dresden (Alemania). El requisito era extraño, pues solamente se permitía trabajar de forma estática. Una fábrica cercana de componentes electrónicos tendría que detener la producción en caso de la más mínima vibración.
El cliente, BauCom, estaba sorprendido al ver conseguir el 95% de densidad Proctor hasta en un metro de profundidad trabajando en modo estático, sin vibración. Por lo tanto se evitó el movimiento de tierras de grandes cantidades de material y la obra terminó mucho antes que lo esperado. El impacto económico fue mejorado de forma notable por el hecho de que la fábrica cercana pudo continuar produciendo permanentemente.
La siguiente obra era una tarea completamente diferente. Se requiso la máxima potencia de compactación en el nuevo tramo de línea ferrocarril de alta velocidad entre Erfurt y Halle/Alemania.
El terraplén estaba compuesto de yeso con muchos huecos de aire. Estos vacíos debían ser destruidos con el fin de alcanzar la capacidad de carga suficiente. Un reto difícil en este suelo que puede ser tan duro como el cemento. El contratista Heilit & Wörner probó el nuevo BW 332. Dos consultores como representantes del comprador y el contratista observaron las pruebas y aprobaron el resultado fuera de lo común. Gracias al gran alcance de la vibración los huecos se cerraron sin problemas. El BW 332 Impacto Profundo fue autorizado de inmediato para continuar trabajando durante varias semanas en este lugar de trabajo.